CONFLICTO RUSIA-UCRANIA: POSICIÓN LATINOAMERICANA.
Las tropas rusas ya han entrado en la capital ucraniana, Kiev, y se encuentran cerca del centro de la ciudad. El ataque de Rusia a Ucrania ha entrado ya en su segundo día de guerra, con incursiones por todos lados e incluso explosiones en Kiev, atribuidas por el Ministerio del Interior a baterías antiaéreas, y la movilización general decretada por el presidente del país, Volodomir Zelensky. Las defensas de Ucrania afirman haber derribado un avión ruso sobre Kiev.
Mientras tanto, la comunidad internacional decide nuevas sanciones contra el Gobierno ruso, con el fin de golpear y aislar la economía, la energía y el comercio rusos.
Para entender este problema tenemos que entender el contexto histórico de Rusia sobre Ucrania. Teniendo en cuenta la reciente Independencia de Donetsk y Lugansk, y la ocupación de Crimea. Rusia afirma que Ucrania no tiene antecedentes de ser una nación real y acusó a las autoridades ucranianas de corrupción. Putin ya había pronunciado un discurso televisado en el que anunció que reconocía la independencia de dos áreas de Ucrania controladas por separatistas respaldados por Rusia. Por ello, envía tropas con “funciones de mantenimiento de la paz” en ambas regiones rebeldes. Esto condujo a la reciente independencia y soberanía de las autoproclamadas repúblicas controladas por Rusia de Donetsk y Lugansk, que ocupan dos tercios de la región.
La respuesta latinoamericana
Aunque EE.UU. y la mayoría de las naciones del Consejo de Seguridad de la ONU condenan las acciones de Rusia, ha encontrado apoyo en sus aliados latinoamericanos. Venezuela, Nicaragua y Cuba se han alineado con Moscú y han legitimado la operación militar lanzada. El presidente Nicolás Maduro afirma que el reclamo de Rusia es totalmente legítimo y que no debe haber injerencia de la comunidad internacional. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aplaudió y apoyó directamente la decisión del Kremlin de reconocer la independencia de las regiones de Donbas y Lugansk.
México rechaza el uso de la fuerza militar y apunta a una solución pacífica entre naciones vecinas. Sin embargo, el presidente López-Obrador no ha condenado directamente las acciones del Kremlin. En la misma posición, Brasil pide el “cese inmediato de hostilidades y el inicio de negociaciones que conduzcan a una solución diplomática” , aunque el presidente Bolsonaro no ha declarado una posición oficial, si ninguno de los dos países planea tomar medidas o sanciones económicas. contra Rusia, Putin recibe un apoyo indirecto para continuar las operaciones.
Por otro lado, existe un choque de opiniones en la comunidad latinoamericana respecto al caso. Tanto las naciones prorrusas como sus contrapartes conocen el impacto comercial y económico que traerá este episodio para la región latinoamericana y el mundo.
El presidente Iván Duque de Colombia rechaza los ataques contra Ucrania por parte de Rusia y exige el cese de la intervención militar rusa en Ucrania. Apoyando la posición de su aliado estadounidense a una retirada inmediata de tropas
Las instituciones oficiales de Argentina declaran su firme rechazo al uso de la fuerza armada y llaman a Rusia a cesar las acciones militares en Ucrania.
Chile, Perú y Uruguay no apoyan las acciones del Kremlin y abogan por una solución diplomática. Como representantes de la paz y la seguridad internacionales, reclaman la obligación imperativa de encontrar soluciones a los conflictos por medios pacíficos, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional. Las tres naciones se alinearán con la ONU y apoyarán cualquier resolución que de ella surja, incluidas posibles sanciones al país gobernado por Vladimir Putin.
A diferencia de las declaraciones de Ortega, el resto de las naciones centroamericanas no apoyan la medida rusa. Costa Rica y Guatemala condenan el ataque ruso como una violación del derecho internacional y la libre determinación de los pueblos, y estarán de acuerdo con las posibles medidas económicas que se van a tomar.
En El Salvador , el presidente Nayib Bukele afirma su desacuerdo con las acciones rusas, sin embargo, declaró su alto nivel de desconfianza en EE.UU. Agrega que la Administración Biden está perdiendo toda la credibilidad que le queda y que pone en entredicho el liderazgo de las naciones de la comunidad internacional.
Si bien no es miembro de la comunidad latinoamericana, su alta influencia en la región y en las acciones globales hacen de China una posición determinante en la materia. Hasta el día de hoy, Beijing quiere evitar tomar partido abiertamente en el conflicto de Rusia por Ucrania. China nota posibles grietas en la reacción occidental al ataque ruso a Ucrania. En la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, apoyó todos los esfuerzos para una solución diplomática y que deben ser tratados sobre la base de la igualdad. “La situación actual en Ucrania es el resultado de muchos factores complejos. Creemos que todos los países deben resolver las disputas internacionales por medios pacíficos de acuerdo con los propósitos y principios de la Carta de la ONU”